jueves, 5 de febrero de 2015

Las lamentaciones de un ícaro - Charles Baudelaire

Los amantes de las prostitutas
están felices, dispuestos y saciados;
en cuanto a mí,
mis brazos están rotos
por haber abrazado a las nubes.

Gracias a los astros sin igual
que brillan en el fondo del cielo,
mis ojos consumidos ven
tan solo recuerdo de soles.

En vano he querido del espacio
hallar el fin y el centro;
bajo no sé qué ojo de fuego
siento que mis alas se rompen;

y ardiendo por el amor de lo bello,
no tendré el honor sublime
de dar mi nombre al abismo
que me servirá de tumba.

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