jueves, 27 de noviembre de 2014
Rayuela Capítulo 93 - Julio Cortazar
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Amores imposibles - Ismael Serrano
arrastrando de casa el calor del hogar.
Cortará alguna flor, besará a su mujer,
perseguirá la estela de un cometa fugaz.
Y en la calle lo verás abrir la flor de su secreto.
Y empezará a soñar.
lunes, 24 de noviembre de 2014
Sin retorno
He tratado infructuosamente de calmar esta tristeza, cada día me consume y no puedo detenerla, ya no es tanto la persona y lo que es para mi, es tan difícil aceptarlo..., sencillamente es el vacío que dejo, la impotencia de que mi esfuerzo fuera nada, al final quien quisiera compartir mis demonios.
La verdad es que ni un inesperado reencuentro, nuevas y renovadas promesas o un simple y llano encuentro ya no bastaran, la decadencia inunda cada poro de mi ser, la decisión a sido tomada, este mundo no contiene nada para mi.
Esta tristeza abona el terreno para la insatisfacción latente, día a día me convenzo que sólo viviré con una tristeza fingida y una soledad creciente, tengo tanto miedo al mañana, no hay luz, no hay esperanza.
Llegue al punto del hastío total, solo espero la fecha pactada conmigo mismo, por fin llegara el día en que deje de tener esos sueños tan dolorosos, esos lamentos al despertar, esas ganas de llorar a cada momento, quizá por fin encuentre la paz que tanto ansio.
viernes, 14 de noviembre de 2014
Al día de hoy
Y me hundo en mi, no tengo mas fuerzas para seguir, que concejo me puede ayudar de aquellos que no saben lo que es sentir esa profunda soledad desde hace ya tanto tiempo.
Me pierdo en mi, pensando y pensando si vale la pena sentirse así, pero como sentirse si todo esta perdido, bien o mal me construí en función de alguien mas, siempre arriesgandolo todo, nadie se queda permanentemente en la vida de otra persona, mas suicida aun sabiendo las circunstancias que no rodeaban.
Aún existo por que se que debo existir, es lo que me enseñaron, no quiero existir mas es la única realidad latente, me siento solo, triste y sin esperanza de un mañana diferente.
Amigos? Solo de vagas promesas que pasado el tiempo se truncaron, me juzgan y se cansan, si tan solo supieran que ruego por su compañía.
Familia? Cierto, están ahí pero hace tiempo se rompieron los lazos, no me siento a gusto con ellos, quisiera que fuera diferente, pero así es como son las cosas siempre la familia desintegrada, aun anhelaba el tener una familia aunque fuera un poco unida, la verdad es tan diferente.
Trabajo? Es lo único que me distrae, no tengo nada mas, es un cansancio mental por todas las situaciones que se presentan tan agobiante que me hace sentir tan miserable que me distrae de mi verdadero dolor.
Quisiera haber hecho tantas cosas pero la verdad es que solo no puedo cambiar, la vez que cambie fue en base a alguien mas, ahora esa cimentación se derrumba, tengo que cargar con este dolor, no hay consuelo en mi infierno, solo debo esperar a que llegue la fecha y decidir si en verdad es lo que quiero, acabar con todo o seguir con una existencia tan vacía.
No importa a donde vaya ni lo que haga siempre todo sera igual un sin sentido ante todo, no puedo escapar... Nada tiene ahora sentido...
jueves, 13 de noviembre de 2014
Tabaqueria - Fernando Pessoa
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
A parte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.
del cuarto de uno de los millones en el mundo que nadie sabe quién es
(y de saberse, ¿qué sabrían?),
dais al misterio de una calle cruzada constantemente por gente,
a una calle inaccesible a todos los pensamientos,
real, imposiblemente real, cierta, desconocidamente cierta,
con el misterio de las cosas bajo las piedras y los seres,
con la muerte manchando de humedad las paredes y blanqueando
[los cabellos a los hombres,
con el Destino que guía el carro de todo por el camino de nada.
Estoy hoy lúcido, como si estuviese a punto de morir,
y no tuviese más hermandad con las cosas
que la de una despedida, tornándose esta casa y este lado de la calle
en el convoy de un tren, y el silbido de su partida
desde dentro de mi cabeza,
sacudidos mis nervios y chirriantes mis huesos al arrancar.
Hoy estoy dividido entre la lealtad que debo
a la Tabaquería del otro lado de la calle, como cosa real por fuera,
y a la sensación de que todo es sueño, como cosa real por dentro.
Como no hice ningún propósito, tal vez todo fuese nada.
Con el aprendizaje que me dieron,
me descolgué por la ventana trasera de la casa.
Fui al campo con grandes propósitos.
pero allí sólo encontré yerbas y árboles,
y si había gente era igual a la otra.
Abandono la ventana, me siento en una silla. ¿En qué he de pensar?
¿Ser lo que pienso? ¡Pienso ser tanta cosa!
¡Y hay tantos que piensan ser la misma cosa que no podrán serla
[tantos!
¿Genio? En este momento
cien mil cerebros se conciben en sueños genios como yo,
y la historia no señalará, ¿quién sabe? ni a uno,
ni quedará sino estiércol de tantas conquistas futuras.
No, no creo en mí.
¡En todos los manicomios hay tantos locos descerebrados con tantas
[certezas!
Yo, que no tengo ninguna certeza, ¿soy más cierto o menos cierto?
No, ni en mí...
¿En cuántas buhardillas y no buhardillas del mundo
no están en esta hora genios-para-sí-mismos soñando?
¿Cuántas aspiraciones altas y nobles y lúcidas
—sí, verdaderamente altas y nobles y lúcidas—,
y quién sabe si realizables,
nunca verán la luz del sol real ni llegarán a oídos de nadie?
El mundo es de quien nace para conquistarlo
y no para quien sueña que puede conquistarlo, aunque tenga razón.
He soñado más que cuanto Napoleón hizo.
He abrazado contra el pecho hipotético más humanidades que Cristo.
Hice filosofías en secreto que ningún Kant escribió.
Pero soy, y tal vez seré siempre, el de la buhardilla,
aunque no viva en ella;
seré siempre el que no nació para eso;
seré siempre tan sólo el que tenía cualidades;
seré siempre el que esperó que le abriesen la puerta al pie de una
[pared sin puerta
y cantó la cantiga del Infinito en un gallinero,
y escuchó la voz de Dios en un pozo cerrado.
¿Creer en mí? No, ni en nada.
Derrámeme la Naturaleza sobre la cabeza ardiente
su sol, su lluvia, el viento que me despeina el cabello,
y lo demás que venga si viene o tuviera que venir, o no venga.
Esclavos cardíacos de las estrellas,
conquistamos todo el mundo antes de levantarnos de la cama;
pero nos despertamos y él es opaco,
nos levantamos y él es ajeno,
salimos de la casa y él es la tierra entera,
más el sistema solar y la Vía Láctea y lo Indefinido.
(Come chocolatinas, pequeña;
¡Come chocolatinas!
Mira que no hay más metafísica en el mundo que la de las
[chocolatinas.
Mira que todas las religiones no enseñan más que la confitería.
¡Come, pequeña sucia, come!
¡Si pudiese yo comer chocolatinas con la misma verdad con que tú
[las comes!
Mas yo pienso y, al quitarles el papel de plata, que es de hoja de
[estaño,
arrojo todo al suelo, como arrojé la vida.)
la caligrafía rápida de estos versos,
pórtico quebrado hacia lo Imposible.
Mas al menos dedico a mí mismo un desprecio sin lágrimas,
noble al menos por el gesto de largueza con que arrojo
la ropa sucia que soy, sin motivo, para el discurrir de las cosas,
y me quedo en casa sin camisa.
o diosa griega, concebida como estatua con vida,
o patricia romana, de improbable nobleza y nefasta,
o princesa de trovadores, gentilísima y colorida,
o marquesa del siglo dieciocho, escotada y distante,
o cocotte célebre del tiempo de nuestros padres,
o no sé qué moderno —no concibo bien qué—,
todo eso, sea lo que sea, que seas, si puede inspirar ¡qué inspire!
Mi corazón es un balde vacío.
Como invocan espíritus los que invocan espíritus me invoco
a mí mismo y nada encuentro.
Me acerco a la ventana y veo la calle con una nitidez absoluta.
Veo las tiendas, veo las aceras, veo los coches que pasan
veo los entes vivos vestidos que se cruzan,
veo los perros que también existen,
y todo esto me pesa como una condena al destierro,
Y todo esto me es ajeno, como todo.)
y hoy no hay mendigo al que no envidie sólo por no ser yo.
A cada uno miro los andrajos y las llagas y la mentira,
y pienso: tal vez nunca vivieses ni estudiases ni amases ni creyeses
(porque es posible hacer la realidad de todo eso sin hacer nada
[de eso);
tal vez hayas existido apenas, como una lagartija a quien cortan
[el rabo
y es sólo un rabo retorciéndose más acá de la lagartija.
y lo que pude hacer de mí no lo hice.
El disfraz que vestí era equivocado.
Me tomaron enseguida por quien no era, y no lo desmentí,
[y me perdí.
Cuando quise arrancarme la máscara,
estaba pegada a la cara.
Cuando la arrojé y me vi en el espejo, ya había envejecido.
Estaba borracho, y no sabía vestir el disfraz que no me había
[quitado.
Arrojé la mascara y dormí en el vestuario
como un perro tolerado por la gerencia
por ser inofensivo
Y voy a escribir esta historia para probar que soy sublime.
quién pudiera encontrarte como cosa que yo hice,
y no quedarme siempre enfrente de la Tabaquería de enfrente,
pisoteando la conciencia de estar existiendo,
como una alfombra en la que un borracho tropieza
o el capacho que los gitanos robaron y no valía nada.
Pero el Dueño de la Tabaquería llegó a la puerta y se quedó
[en la puerta.
Lo miro con la incomodidad de la cabeza vuelta
y con la incomodidad del alma que mal entiende.
Él dejará el letrero, yo dejaré versos.
Un día morirá el letrero también y mis versos también.
Después morirá la calle donde estuvo el letrero,
y la lengua en que fueron escritos los versos.
Morirá después el planeta girante en que todo esto sucedió.
En otros satélites de otros sistemas cualquier cosa como gente
continuará haciendo cosas como versos y viviendo debajo
[de cosas como letreros.
siempre una cosa tan inútil como la otra,
siempre lo imposible tan estúpido como lo real,
siempre el misterio del fondo tan cierto como el sueño del misterio
[de la superficie,
siempre esto o siempre otra cosa o ni una cosa ni otra.
y la realidad plausible cae de repente sobre mí.
Me incorporo a medias enérgico, convencido, humano,
y voy a intentar escribir estos versos en los que digo lo contrario.
Enciendo un cigarro al pensar en escribirlos
y saboreo en el cigarro la liberación de todos los pensamientos.
Sigo el humo como una ruta propia,
y gozo, en un momento sensitivo y adecuado,
la liberación de todas las especulaciones
y la conciencia de que la metafísica es una consecuencia de estar
[mal dispuesto.
y sigo fumando.
Hasta que el Destino me lo permita continuaré fumando
tal vez fuese feliz.)
Visto esto, me levanto de la silla. Me acerco a la ventana.
[del pantalón?).
Ah, lo conozco: es el Esteves sin metafísica.
(El Dueño de la Tabaquería asoma a la puerta.)
Como por instinto divino, el Esteves se volvió y me vio.
Hizo una señal de adiós, le grité ¡Adiós, Esteves!, y el universo
se reconstruye en mí sin ideal ni esperanza, y el Dueño de la
[Tabaquería sonríe.
martes, 11 de noviembre de 2014
Por todo lo malo
Cuando aun se podía huir...
No recuerdo muy bien cómo empezar una carta, la verdad hace tanto que no escribo algo tan personal, pero gracias a ti me he logrado reinventar de una manera asombrosa, como te lo dije, directa e indirectamente sacas lo mejor de mí. Originalmente había pensado escribirte un párrafo de esta carta a diario (sé que es como un plagio al poeta de los culos, pero es una buena idea que debía ser emulada, al menos lo intente), pero lamentablemente me resulto imposible lograr que mis sentimientos e ideas fluyeran al son de esta pluma.
Los días pasan...
Quizá si la frustración de que nada sirviera no se hubiera apoderado de mi, hubiera hecho mejor las cosas, soy un pésimo ser humano por haberme dejado llevar en esos últimos días por querer arrasarlo todo...
Creo que hay algún mundo para mi, pero en este ya no tengo mas que hacer, solo me queda ver pasar la vida lentamente, llorando amargamente a ratos y esperar, esperar ese anhelado final...
lunes, 10 de noviembre de 2014
Exilio / Alejandra Pizarnik
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.
¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?
Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección,
sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.
viernes, 7 de noviembre de 2014
En retrospectiva
Se amaron, no lo dudo... El final era inevitable, se dieron tiempo, espacio y lo intentaron nuevamente.
Tan distintos, tan ajenos, no hubo magia en ellos, solamente estaban juntos por aquel amor misterioso. El destino lo quizo así, no hubo palabras ni acciones que enmendaran los errores. El fallo primero... Anhelaba cosas que ella no podría darle, ella traicionada actuó de la misma manera.
Ese agonizante amor dio sus últimos suspiros pero no había nada mas que hacer, con la primer traición la magia que unía lo dispar se acabo. Ella continuo y encontró su igual... El perdido en la desesperación por haber matado a la magia que unía lo imposible se perdió en el dolor... Después de algún tiempo dejo de doler, pero el alma estaba ya tan arruinada que la sombra de el fue lo único que la culpa dejo...