XXX
No recuerdo muy bien cómo empezar una carta, la verdad hace tanto que no escribo algo tan personal, pero gracias a ti me he logrado reinventar de una manera asombrosa, como te lo dije, directa e indirectamente sacas lo mejor de mí. Originalmente había pensado escribirte un párrafo de esta carta a diario (sé que es como un plagio al poeta de los culos, pero es una buena idea que debía ser emulada, al menos lo intente), pero lamentablemente me resulto imposible lograr que mis sentimientos e ideas fluyeran al son de esta pluma.
Son tantas ideas que circulan por mi cabeza que
honestamente no sé por dónde empezar a plasmar este mar tan bello que tengo
ante mí. He de admitir que sin duda tu sola presencia me es cautivadora, tu
belleza es impactante, pero sin embargo, aprecio más a todo aquello que
representas, tu esencia, ese ser hermoso llamado XXXX, esa mujer
inteligente e interesante que puede llegar a sentirse vulnerable y agobiada.
Estoy seguro que mis instintos son demasiado básicos e
idílicos pero el simple hecho de que tomes, (y te arrepientas al tiempo), mi
mano, me hace sentir que no necesito nada más y todo marchara bien. No sé si
soy demasiado conformista o un pobre soñador de tiempos más simples, pero esa
es mi realidad tu mano y la mía, en breves y bellos instantes, se vuelven todo.
Desde hace tiempo trato de definir que somos tú y yo y
no encuentro nada que defina nuestra relación, quizá solo quiero ponerle una
etiqueta para racionalizar lo que no se puede racionalizar, ya que, a pesar del
poco tiempo que hemos pasado juntos confiamos el uno en el otro, que en estos
tiempos es ya decir demasiado.
Siempre pensé que el solo hecho de decirte que sacas
lo mejor de mí era algo inadecuado, pero esa es otra faceta en la que haces
relucir de las personas, y en mi caso, no fue la excepción. Quizá el
simple hecho de evitar que te aburras de mi me hizo reinventarme, si bien crees
que se más cosas que tú, me esfuerzo para que vaya más allá del mero
conocimiento, quiero que se vean reflejadas en hechos, en cosas hechas
especialmente para ti.
En ti he encontrado tanta felicidad y tristeza
desmedida que vivo en la total incertidumbre. Por un lado estar y hablar
contigo me hacen sentir muy bien, a alguien le interesa lo que tengo que decir
y me siento útil de que puedo escuchar lo que tienes que decir, pero por el
otro me siento tan mal de no poder satisfacer todas tus necesidades y no poder
ser aquel que cumpla tus expectativas. No se ya que hacer, mis defectos pesan
más en ti que mis virtudes. Alimentando por este círculo vicioso se encuentra
esta incertidumbre que hace crecer mi ansiedad que enarbola mis defectos.
Quizá lo sientas como cobardía o un acto egoísta de mi
parte, pero es una realidad que tú y yo sabemos que no podemos seguir... es
para mí muy frustrante que el decirte te quiero (lo deje de hacer), que me
preocupara mucho por ti (lo deje de exteriorizar) te hicieran sentir rara... me
destrozaba no por el hecho del freno que ponías a mi sentir por ti, sino por el
hecho de hacerte sentir dudas de algo que, como un intruso empecé a crear...
eso sin duda era más lastimoso para mí. Desde hace tiempo me había decidido a
ponerle punto final a esto porque no quería desestabilizar tu vida y
honestamente no quería salir más lastimado, a estas alturas solo puedo prevenir
el no confundirte más con mis acciones, en cuanto a mí solo vislumbró una
pesadez por perder lo logrado contigo y rearmarme. Solo quería pasar los días
sintiendo que era algo para alguien y que quizá esa infértil esperanza pasaría,
la realidad ha sido muy diferente.
Espero que esta carta la leas el 24 y no el 23 Santa
Claus se enojaría, de cualquier forma, lo que encuentres en este obsequio es la
materialización de una plática intrascendente que me dedique en hacerla
realidad. Me gusta mucho que crezcas intelectualmente, adoras la poesía y te
conseguí casi toda la colección de Luvina, no pude conseguirla toda, algunos
números lamentablemente ya no existen en la mismísima universidad de
Guadalajara, hice cuanto pude y si pudiera te reimprimiría los números solo
para ti y es aquí cuando veo que mis esfuerzos tienen un límite. Sin embargo
creo que lo disfrutarás y pasaras un rato muy ameno leyendo mucha poesía
inmersa en una historia de una revista.
Quizá no pudiste esperar y habré visto tu sonrisa al
haber abierto la caja. De otra manera tengo una imagen armada en mi cabeza del
momento tu linda sonrisa inundando la habitación. Por esa sonrisa, por esa
mujer, por XXXX he hecho todo lo que está en mis manos para verla feliz. Al
final es mi último esfuerzo para verte sonreír.
No hay plazo que no se cumpla y este... es el nuestro,
no estaba escrito pero es necesario, ha sido el mejor lapso de mi vida, donde
volví a soñar y a creer en alguien más, me divertí mucho contigo, desde limpiar
tu casa hasta el XXX Day, todo ha sido bueno con los bemoles que mi
comportamiento y ansias de demostrarte físicamente más emociones. Lamento haber
perdido la brújula de ser amigos y querer ser tu pareja, tienes toda la razón
en muchas de ellas había un interés más allá del que tu querías, pero debo
decirte que lo hice sin maldad de por medio solo quería al final de cualquiera
que hayan sido mis motivos, el hacerte feliz.
Tengo muchas esperanzas que este final no te afecte
mucho, tienes buenos amigos y alguien más que te hagan más soportable este
adiós (si es que genera alguna pesadez), encontrarás otra persona con quien
platicar largas horas y días, quien como amigos te haga feliz llevándote a
comer cosas ricas, eventos culturales y cosas lúdicas juntos, hubiera dado mi
vida por ser indispensable en la tuya.
No tengo razón alguna pase lo que pase para odiarte, sé
que las cosas que pasaron que complicaron tus deseos con lo que en realidad
pasaba lo hiciste sin darte cuenta y menos puedo culparte por perseguir aquello
que te llenara como mujer. Lo que en verdad odiaré es que no pude hacerte feliz
como hubiera deseado, ser aquel que llenara tus expectativas y más que nada el
no poder ser el amigo que querías estuviera contigo siempre... Odiaré perderme
tu cumpleaños y ver cuando tengas tu maestría y seas una directiva exitosa...
odiare todas las promesas inconclusas, eso odiaré, odiare no escuchar nunca más
tu sonrisa, incluso cuando roncas... pero a ti... jamás...
Quizá no este mas ahí para marcarte por las mañanas
para que no pierdas el bus o llamarte desde un oxxo a mitad de la nada para
cantarte las mañanitas, recordarte que no metas la llave en la cerradura de
arriba en casa de tu mama, regar a tus plantitas, atascar de comida a micha,
lavar tus trastes, limpiar tu casa (conseguirás quien lo haga bien), estar ahí
cuando quieras hacer catarsis, rescatarte de antros aburridos, ir por ropa
hasta el fin del mundo, desbloquear logros al volante o en la vida cotidiana,
atrapar burbujitas en el metro, platicar por largos periodos en la noche, tener
sábados o domingos de flojera, ir a comer al maid y terminar con un cupcake (te
seguiré debiendo el sugar free), recordarte que micha necesita wiskas aunque ya
solo coma del sam’s, comparte comida de cuyo, ayudarte a relajarte cuando estés
con XXXXX, buscar hadas verdes infructuosamente, buscar palabras raras
juntos, comer fondue con frutos rojos, usar transfer y que el cajero te de
billetitos rosas, ver tu foto diaria al espejo... comer quesito y beber vino en
tu casa, probar ese rico te chai con galletitas de helado, cantar karaoke en
jueves, llevar a micha al veterinario, comer alitas, darte masajitos
relajantes, contarte historias incitantes, ir por café, darte cintitas, (todo
un recuento), perder apuestas contigo sin que me importe, probar tus ricos
huevos al horno sin jugo de zanahoria, probar tamales con cremita y parmesano,
preocuparme tanto porque llegaras bien a casa hasta quitarme el sueño... y
quizá solo el estar ahí, pero alguien se preocupara y hará todo eso por ti,
siempre habrá alguien... lo sé...
Gracias por todo XXX, aunque brevemente fuimos muy
felices, te agradezco por todo. Cuando necesites algo que nadie más pueda hacer
por ti, tienes mi teléfono y te aseguro que siempre te contestaré, te deseo
todo el éxito del mundo y espero que seas muy pero muy feliz, te extrañare
hasta desear morir... pero es lo mejor no quiero llegar a
ser un lastre, al fin y al cabo un fama no debe enamorarse de un cronopio…
Adiós...
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